MI AMOR POR TI, SEÑOR



Dame Señor un corazón tan grande,
para que pueda amarte con tal vehemencia
que sepa descubrirme y descubrirte,
sin poder separar uno del otro.

Dame Señor la fuerza de un océano,
para poder arrasar con mis arenas,
y me entregue a ti, sin ser ufano,
y dejarte correr entre mis venas.

Deja descubrir en carne viva,
lo que detrás de sangre tú me diste,
para que sin temores me abandone,
y junto a ti mi vida yo claudique.

Ponme Señor murallas infranqueables
y grandes temporales que me rindan
para poderme levantar triunfante,
amándote con fuerza desmedida.

Hazme libre, Señor, como las aves
que remontan el vuelo y que se olvidan,
que aparecen un día de verano
y que eligen la playa en que se anidan.

Hazme fuerte Señor, como un arbusto,
que crece sin mirar hacia los lados,
que extiende sus ramas y sus frutos
y muere cuando su misión ha terminado.

Haz de este corazón de piedra,
un manojo de hermosos sentimientos
para que mi vida errante y sin sentido
encuentre fortaleza en tus cimientos.

Y al final, cuando llamar quisieras
a mi caminar en medio de la aurora,
dame Señor, la fe que en mis miserias
contigo y junto a ti mi alma mora,
Y que desde allá en tu Morada Santa
podré seguir amándote con locura,
pues sólo en tu nombre conocí la vida
y sólo junto a ti no fue oscura.
Ana Estela Kai Cacho de Navarro







Anterior / Próxima
                                    Pagina Principal     Versos     Reflexiones     Dramas     Poesias    Poemas     
  Links Cristianos